El proceso de la globalización desde el punto de vista político, económico, social y cultural ha generado mayores y mejores condiciones para el desarrollo tecnológico y científico a nivel mundial; en consecuencia, la práctica actual y el ejercicio profesional de la Ingeniería Agrícola se vea cada vez más influenciada y ligada a la utilización de la informática, las comunicaciones y la electrónica. Esta situación hace necesario adquirir competencias y habilidades especiales para afrontar los retos que el desarrollo tecnológico impone, y a su vez significa que el profesional deberá poseer mayor capacidad de análisis y síntesis para la interpretación de resultados y generación de alternativas de solución para una gran diversidad de problemas, al igual que realizar una permanente actualización a través de publicaciones, vinculación a asociaciones científicas, participación en redes y cursos de educación continuada. Así mismo, la visión actual del ingeniero agrícola se aproxima al mundo de la automatización, la cual es una ventana proyectada al control y mejoramiento de procesos presentes en la infraestructura de producción y conservación de productos agrícolas y pecuarios.
En general, puede decirse que una adecuada y sólida formación en Ingeniería Agrícola debe posibilitar la identificación, formulación y solución de problemas, mediante la aplicación de un pensamiento crítico, construido a partir de la fundamentación científica y tecnológica, basado en una acentuada responsabilidad ética, social y profesional.
El estudio y posterior aplicación de la Ingeniería Agrícola debe contemplar aspectos de producción limpia y sostenible, dada la imperante necesidad de la recuperación del medio ambiente. Las diferentes áreas de la Ingeniería Agrícola y un trabajo interdisciplinario garantizan que los problemas inmediatos y de largo plazo puedan ser atendidos, estudiados y resueltos de manera proactiva. De ahí la importancia en la actualización de los planes de estudio, de acuerdo con el rumbo que el desarrollo tecnológico indique.
La innovación y los procesos tecnológicos desarrollados en el campo de la Ingeniería Agrícola, juegan un papel importante en estos procesos de modernización del campo, por su compromiso con el país y por su capacidad para encontrar soluciones creativas a los desafíos que se presentan en los diferentes entornos económicos y sociales. Hoy en día cobran mayor importancia el desarrollo de la ciencia y la tecnología para hacer frente a los retos que señalan con mayor fuerza los tratados de libre comercio que se están impulsando con varios países europeos, latinoamericanos y, en especial, con Estados Unidos, Canadá y Europa. Especial interés despierta el TLC con los Estados Unidos, firmado en el mes de febrero del 2009, en donde la Ingeniería de Pos cosecha, las cadenas productivas y la automatización y control en sistemas de riego y drenaje para productos con grandes posibilidades de mercado, como las frutas, verduras y hortalizas, se convierten en áreas estratégicas de competitividad y desarrollo. Así mismo, el ingeniero agrícola se convierte en pieza clave en la creación de infraestructura y sostenibilidad productiva para atender los requerimientos del tratado.
La estructura actual de los planes de estudio en créditos académicos de los distintos programas de Ingeniería Agrícola que se ofrecen en el Perú, se destaca que en todos ellos se identifican y desarrollan de manera clara cuatro grandes campos de actividad profesional de la Ingeniería Agrícola, lo cual se convierte en una clara demostración de la unidad de criterio que existe a nivel nacional sobre la estructura curricular de los planes de estudio de esta rama de la Ingeniería.